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PERFIL AMBIENTAL

Como era de esperar, la gran cantidad de ash estadounidense térmicamente tratado que se utilizó para construir el cobertizo fue un factor decisivo para el impacto ambiental, tanto positivo como negativo. Por un lado, la energía generada a partir de desechos de madera durante la fabricación y al final de la vida útil compensa la mayor parte de las emisiones de carbono. Con solo unas pocas modificaciones, tales como una pequeña reducción en el número de fijaciones metálicas utilizadas, el cobertizo sería neutro en carbono, desde el inicio hasta el final. El uso de ash térmicamente modificado también conlleva que el cobertizo sea muy duradero y tenga el potencial de proporcionar almacenamiento de carbono durante muchas décadas.

Por otro lado, el uso de ash estadounidense relativamente grande contribuyó a impactos más significativos de acidificación y eutrofización durante el transporte. El secado en cámara del ash también contribuyó a un potencial de creación de ozono fotoquímico (POCP) relativamente alto, lo que pone de relieve la importancia de la durabilidad como factor atenuante para reducir la necesidad de recambio.