Los temas medioambientales solo pueden integrarse con eficacia en la especificación del material y en el diseño de edificios sostenibles mediante un enfoque científico basado en la Evaluación del Ciclo de Vida (o LCA por sus iniciales en inglés de Life Cycle Assesment). Para poder determinar los impactos medioambientales, LCA conlleva la recopilación y análisis de datos cuantitativos sobre todas las entradas y salidas de material, la energía y los flujos de desperdicios asociados a un producto durante todo su ciclo de vida. LCA se aplica universalmente a todos los sectores de producción de materiales para que puedan realizarse comparaciones objetivas, basadas en la ciencia, del verdadero impacto medioambiental de los materiales. Asimismo, LCA proporciona una herramienta a la industria para identificar las maneras más eficientes para reducir estos impactos y garantizar que los esfuerzos por reducir un impacto determinado no dan lugar al deterioro medioambiental en otros aspectos.
AHEC trabaja desde 2010 con los consultores independientes de sostenibilidad de la empresa Thinkstep (antes PE International) para recopilar y hacer accesibles datos sobre el impacto medioambiental del ciclo de vida de las frondosas estadounidenses y que, estos datos, estén en consonancia con las normas internacionales sobre huella de carbono y sobre LCA. La primera fase de la investigación conllevó la publicación de un informe de conformidad con la ISO sobre LCA de la madera aserrada de frondosas estadounidenses, sin cepillar, secada en cámara. Basándose en este trabajo, AHEC es actualmente capaz de modelizar el impacto medioambiental íntegro que supone el suministro de madera aserrada y de chapa de madera de frondosas estadounidenses a cualquier mercado del mundo.
Los datos de LCA pueden personalizarse a cualquiera de las 19 especies de frondosas estadounidenses comercialmente disponibles que, juntas, representan más del 95 % de toda la producción de madera de frondosas estadounidenses. Estos datos se plasman en el documento llamado “Perfiles medioambientales de la madera de frondosas estadounidenses’ (conocido por sus siglas en inglés AHEP- American Hardwood Environmental Profiles), que puede ser suministrado por cualquier asociado de AHEC con cada partida individual de madera de frondosas. Actualmente, los datos de LCA también se recopilan, analizan y divulgan como parte integrante de los proyectos especiales y de los casos de estudios de AHEC.
Los datos recopilados y la experiencia adquirida en esos proyectos y casos de estudio, confirman que la madera de frondosas estadounidense tiene un bajo impacto en el medio ambiente desde su extracción en el bosque hasta su desecho final. La extracción y transformación de la madera de frondosas estadounidenses para su uso en una amplia variedad de aplicaciones requiere mucha menos energía que la necesaria para procesar la mayoría de los demás materiales. El estudio LCA de Thinkstep reveló que, al menos, el 90% de la energía térmica necesaria para fabricar madera aserrada de frondosas estadounidenses secada en cámara, se derivaba de la biomasa. El carbono almacenado en la madera de frondosas estadounidenses, en el punto de entrega de cualquier país del mundo, casi siempre supera las emisiones de carbono asociadas con la extracción, el procesado y el transporte de esa misma madera.
La madera de frondosas estadounidenses también se adapta bien a la nueva tendencia hacia el biomimetismo, que implica el rediseño de sistemas industriales basado en soluciones biológicas permitiendo la constante reutilización de los materiales en ciclos cerrados continuos. Como permanecen sin tacha al mezclarlas con otros materiales y productos químicos, las maderas de frondosas estadounidenses son fácilmente reutilizables y reciclables al final de la vida útil de un producto. Los componentes de madera de frondosas estadounidenses que deben desecharse son biodegradables y no tóxicos. Además, pueden incinerarse de manera segura y proporcionar así una fuente de energía neutra en carbono.
El trabajo de AHEC sobre LCA indica que, si bien los diseñadores pueden reducir los impactos medioambientales simplemente seleccionando madera de frondosas estadounidenses, llegar a disfrutar de todas las ventajas medioambientales depende de otras elecciones y prácticas, tales como la gestión eficiente de la energía y de los materiales; y la durabilidad del producto. Los proveedores de madera de frondosas estadounidenses también tienen la responsabilidad colectiva de hacer el mejor uso de la madera de toda la gama de especies y calidades disponibles en los bosques de los Estados Unidos. Si se centran demasiado en las calidades superiores de unas pocas especies populares de madera de frondosas, como el roble y el nogal, se incrementa la presión sobre una parte del recurso y se fomenta el desperdicio.