Las conexiones simples se desarrollaron a partir de juntas a mucha mayor escala, que Warren había estudiado en estructuras de edificio de madera verde y que tenía interés en aplicar a una escala menor. Su deseo de minimizar la huella ambiental lo obligaba a ser muy «purista», por ejemplo evitando el curvado con vapor para crear una curva y utilizando en su lugar dos laminaciones encoladas. También rechazó la práctica aceptada de que ningún elemento debe tener un grosor inferior a 20 mm, y los redujo a solo 18 mm.