El diseño de Argyrou, basado en las sillas utilizadas en las iglesias chipriotas y deliberadamente macizo, da a su ocupante una sensación de permanencia y define su posición en el espacio. En este sentido, le da una sensación de intimidad aunque se encuentre rodeado de otras personas. Desde las esquinas se levantan cuatro postes de madera torneada, unidos por miembros torneados más delgados para crear un respaldo y los reposabrazos.