Sam Weller fue uno de los doce estudiantes del RCA que diseñó sillas que, además de replantear la noción de sentarse, dan lecciones de sostenibilidad. En el marco del proyecto Out of the Woods, de AHEC, los estudiantes debían «diseñar un asiento funcional, que podía ser una silla, un taburete, un banco u otro objeto en que poder sentarse». Los materiales que había que utilizar eran maderas y chapas de madera de frondosas estadounidenses».