El uso del torneado en la creación de esta silla retoma una de las habilidades de los artesanos chipriotas tradicionales. Argyrou eligió el cherry estadounidense porque es una madera relativamente fácil de tornear, además de ser una de las que se utiliza en el mobiliario de las iglesias chipriotas. Le gustaba su color cálido, que permite ver los elementos de la obra, a diferencia del color oscuro del walnut, otra madera tradicional que tiende a ocultar los detalles.